martes, 29 de junio de 2010

HABLA Y CANTA CON ELLOS

HABLA Y CANTA CON ELLOS
El viñedo es algo más que el sencillo legado de una nostalgia

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza”.
José Ortega y Gasset.Un vino debe besar la boca y dejar su grato recuerdo: una imagen de inocente erotismo en los sentimientos.
Lograr este impacto en los sentidos, a través de una postal, de una imagen, de una fotografía, de una realidad inacabada, es fincar el estímulo en la percepción como respuesta a la magnitud de la naturaleza.
El vergel, el campo… provisto de otra lectura, nos ofrece una visión vestida de lenguaje, como si lo único viviente fuese el mundo ideal: la viña romántica, los deterioros reales, las obsequiosas flores del verbo, las hojas transmitidas.
Este milagro, sencillo legado de una nostalgia, ahora lo complemento con la palabra; sí, como vertedero de la imagen extra, donde el paisaje, la reunión de la uva y el recipiente de su jugo, son lectura, color y sabor de un abecedario complementario.
El racimo se pega a las manos, como una luz rubí y la uva se rompe de otra manera en la boca, cruje de una forma especial y tiene el gran líquido de la dulzura y el disfrute.
Doy un trago al líquido rubí y digo: “Che bella la vita”, y pienso en la Strada (El camino, la senda...) de Federico Fellini, en la Toscana y su Bella Cucina, en esas similitudes mediterráneas entre Italia y nuestra región, que tan bien describiese Federico Campbell en su novela “Transpeninsular”, hermoso homenaje a la vida, esplendor y muerte del periodista Fernando Jordán...
Así como uno detecta, a través del viento, la tranquilidad o el rigor de las mareas en la copa de los árboles, la luz del vino en los ojos a veces se nos presenta como remanso de paz o, a la inversa, vocifera una encuadernación de relámpagos que pugnan en convertirse en dolorosa pasión o autoindulgencia concedida.
Así, el asentamiento del vino en el espíritu de la palabra adapta el movimiento del Vals y, precipitándose con fuerza entre los sentidos, los purifica: Habla y canta con ellos.

1 comentario:

  1. Noble oficio, arte y milagro, de sacar de las uvas su insospechado "espiritu".
    Por algo sería que Alejandro Dumas decía:

    "El vino se tiene que tomar de rodillas".

    Baltasar de Alcázar le da así
    la "con-sagrada" bienvenida:

    "Comience el vinillo nuevo
    y échole la bendición;
    yo tengo por devoción
    de santiguar lo que bebo".
    Que el vino nos conserve en gracia, amistad y.......SALUD! Mar

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