viernes, 25 de junio de 2010

DÍAS Y NOCHES DE AMOR Y MARXISMO MÁGICO

DÍAS Y NOCHES DE AMOR Y MARXISMO MAGICO
Conversación con Eduardo Galeano

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

Rosa se ha cerrado la tarde sobre la ciudad de Los Ángeles y el calor nos queda flotando en el vacío como una suave nube de lumbre. Estamos en el Pacific Design Center, después de un corto viaje que nos trae de Ensenada, esperando la lectura y conversación que, mes a mes, promociona con renombrados escritores latinoamericanos la Fundación Lannan. Después de Ernesto Cardenal y Carlos Fuentes, esta noche le corresponde al merecedor de los premios Casa de las Américas por La canción de nosotros (1975) y Días y noches de amor y de guerra (1978) y autor de Las venas abiertas de América Latina y El libro de los abrazos
Al arribar por la puerta principal de la Sala de Lecturas mostramos nuestras cartas credenciales y solicitamos la entrevista personalmente a Eduardo Galeano. El fotógrafo Héctor García Mejía y yo somos los únicos periodistas mexicanos, entre canadienses, italianos y norteamericanos... A Eduardo Galeano le conmueve y decide que eso es un privilegio: “Venir desde México, cuando yo vengo de allá, eso sí es más que seguirme los pasos”. Y da indicaciones para que en el intermedio no tengamos ningún contratiempo en realizar la charla.
De ojos azules y deslavados, Eduardo Huges Galeano (Uruguay, 1940), acreedor en los Estados Unidos del AMERICAN BOOK AWARD por la trilogía Memoria del Fuego (I. Los nacimientos; II. Las caras y la máscara; III. El siglo del viento), accede amablemente, al termino de su lectura, a conferir celebradas respuestas a la urgencia de nuestras preguntas.

MARCOS: MENSAJES DE HUMOR Y DE AMOR
Rael Salvador: Eduardo, para nombrar sólo una parte caliente de nuestro país... o de América, si quieres, ¿cómo sientes las circunstancias por las que hoy atraviesa el Chiapas que nos describe el Subcomandante Marcos?
Eduardo Galeano: Bueno, creo que lo de Chiapas es una de las mejores cosas que le han pasado al mundo en estos años de fin de siglo. Me parece que no sólo expresa el movimiento Zapatista una voluntad de justicia, que es sin duda legítima y que tiene que ver con la historia de siglos de explotación y desprecio, sino que además expresa una suerte de... ¿cómo te diré?, vocación universal de justicia; o sea, va más allá de cualquier demanda local y es así como rápidamente se irradia desde Chiapas sobre todo México. Así también, yo creo, ha ejercido y ejerce sobre el mundo entero una enorme influencia, porque el mundo necesitaba estas voces.
Creo en ellos, entre otras cosas, porque atan el presente con el pasado, que están habitualmente desatados, y porque además atan la indignación con el buen humor, que también están habitualmente desatados. Entonces, y sobre todo en boca de Marcos, los mensajes revolucionarios de Chiapas están llenos de amor y de humor, y eso nos hacía mucha falta a todos... Creo que en el mundo entero, porque en todas partes las fuerzas del cambio están todavía enfermas de solemnidad.

HUNDIR A CUBA: UN DÓLAR, UN VOTO
R.S.: Eduardo, acerca de la impunidad en América Latina... Me gustaría que trazaras un paralelo un poco con la impunidad de Estados Unidos en cuanto el bloqueo que se realiza en Cuba...
E.G.: Que también lleva más de treinta años ejerciéndolo impunemente, porque hay una impunidad de las grandes potencias en el mundo y toda la estructura occidental antidemocrática favorece esa impunidad de las grandes potencias.
Fíjate, por ejemplo, ahora los rusos en Chechenia están haciendo impunemente lo que quieren. No pasa nada. Como tampoco pasó nada, antes, cuando Estados Unidos hizo impunemente lo que quería en Panamá o en Irak... Porque son las grandes potencias las que tienen derecho al veto en las Naciones Unidas. Y las resoluciones del Consejo de Seguridad, son obligatorias para todos los países. No las de la Asamblea General, donde ningún país tiene derecho al veto, sólo formula recomendaciones. Entonces las grandes potencias tienen la sartén por el mango, no sólo en los organismos económicos, como por ejemplo en el Banco Mundial o en el Fondo Monetario, donde la relación es un dólar un voto, o sea, donde vota más el que más tiene, sino también en las Naciones Unidas. Y así la estructura del mundo es muy antidemocrática. Todos estos organismos hablan de Democracia, pero no la practican y por eso brindan impunidad a los más fuertes.
Lo que sí rige en el mundo no es la Democracia, para nada, sino una cosa que los urbanos llaman Ley de la Selva, calumniando a la selva. Yo estoy seguro que los bichos se portan mejor que nosotros.

LA IMPUNIDAD DEL PODER EN TODAS PARTES
R.S.: ¿Qué piensas acerca de las recientes declaraciones hechas por los militares argentinos, que participaron en la desaparición de más de treinta mil personas, sobre todo universitarios, artistas y pensadores de izquierda?
E.G.: Yo creo que uno de los obstáculos más grandes de los que hay para la toma de conciencia de la situación y, por lo tanto, para hacer posible el cambio de la situación que estamos viviendo, es la impunidad del poder en todas partes: la impunidad de los crímenes del Terror de Estado. Y la impunidad del poder no sólo mata, sino además roba impunemente y traiciona mucho la voluntad de la gente. Esas piruetas de circo que dan impunemente nuestros políticos, que siempre prometen deseando todo lo contrario, y que después hacen también desde el poder un daño enorme.
Cuando hablamos de impunidad, hablamos normalmente de la impunidad militar, pero también hay la impunidad política que es muy dañina para la Democracia, porque conspira contra la fe que la gente puede tener en las instituciones democráticas. Y esto daña mucho la continuidad democrática y hace un buen caldo de cultivo para los Golpes de Estado.

LA REALIDAD ES UN DESAFIO, NO UN DESTINO
R.S.: ¿En caso de Golpe Militar en México, cómo consideras que se debería abordar o asimilar dicha situación?
E.G.: No, yo no te podría contestar esa pregunta desde fuera de México. Eso, en todo caso, sería una pregunta que yo te haría a ti.
Lo que sí creo, es que la realidad es siempre un desafío, no un destino. Y por más fea que parezca la realidad, ella es la única posible. Eso es lo fundamental de tener en cuenta. Siempre el poder se ofrece a sí mismo como un destino; siempre nos está diciendo: mañana es otro nombre de hoy. Yo creo que sí es perfectamente posible el cambio, además necesario. Es una obligación para todos nosotros formular alternativas de cambio.

PRECIOS EUROPEOS Y SALARIOS AFRICANOS
R.S.: ¿Qué opinas, Eduardo, del bajo nivel de vida que tenemos, gracias a las descabelladas fórmulas surrealistas de Estado?
E.G.: Sí, bueno, en toda América Latina, con variantes de país en país. Nosotros, los uruguayos, tenemos una situación así, que a veces le llaman milagro, no sé si por la capacidad humana de sobrevivir. Pero no sólo tenemos precios europeos y salarios africanos... Esa es la ecuación Latinoamericana: precios europeos y salarios africanos, y no porque sea inevitable.
El nivel de desperdicio y derroche de las minorías dominantes, que viven el tercer mundo como si fuera el primerísimo, es un nivel ofensivo de derroche.
Hay gente que tiene dinero en América Latina y gasta y ostenta muchísimo más que la que tiene dinero en Suiza, Estados Unidos o cualquiera de los países más prósperos.

Eduardo Galeano nació en Montevideo, Uruguay, en 1940. En su ciudad natal fue jefe de redacción del mítico Semanario Marcha -- del legendario don Carlos Quijano, uno de los más grandes periodistas que ha dado Latinoamérica -- y director del diario Época. En Buenos Aires, Argentina, fundó y dirigió la revista Crisis. Gracias a los militares estuvo exiliado desde 1973 en Argentina y España; a principios de 1985, regresó al Uruguay. Desde entonces reside en Montevideo. Es autor de varios libros, traducidos a más de veinte lenguas (Las venas abiertas de América latina; Vagamundo; La canción de nosotros; Días y noches de amor y de guerra; los tres tomos de Memoria del fuego: Los Nacimientos(1), Las caras y las máscaras(2), El siglo del viento(3); El libro de los abrazos; Las palabras andantes; El fútbol a sol y sombra; Patas arriba, la escuela del mundo al revés, Bocas del Tiempo y el reciente Espejos), y de una profusa obra periodística (Nosotros decimos No; Ser como ellos y otros artículos). Ha recibido dos veces el premio Casa de las Américas, en 1975 y 1978, y el premio Aloa, de los editores daneses, en 1993. La trilogía Memoria del Fuego fue premiada por el ministerio de cultura de Uruguay y recibió el American Book Award, de la Universidad de Washington, en 1989, y el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannan.
En 1998 publicó Patas Arriba, la escuela del mundo al revés, una serie de ensayos heterodoxos sobre Educación, documentos fundamentales que oxigenan la responsabilidad de la pedagogía, brindándole una didáctica sin adjetivos, sustentada en el rigor bondadoso de la lectura y la acción ciudadana; principalmente para contrarrestar ese cáncer administrativo moderno, de corsé ideológico, fincado en la delación y abonado en la injusticia, al que damos por llamar impunidad “gubernamental” de cada día.

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