jueves, 10 de junio de 2010

FÚTBOL Y ESCUELA

FÚTBOL Y ESCUELA
Fiesta de los pies, pero también de la cabeza

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Una jugadita, por amor de Dios”.
Eduardo Galeano.
El Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, comunicó que los estudiantes, maestros y directivos de las escuelas de Educación Básica podrán ver los partidos de la Selección Mexicana de fútbol “como una medida para evitar el ausentismo”.
Comentó que cada vez que juegue el Equipo de México en Sudáfrica “no se tomen esos días como asueto, sino que se abra un espacio dentro de las actividades educativas cotidianas”.
No dijo que el fútbol es una fiesta y que, así fuese de manera diferida, podríamos disfrutar de ella, como lo hace en vivo el Presidente Felipe Calderón en la Cuna de la Humanidad.
No dijo que el fútbol es un placer y no un deber.
No dijo que el fútbol, que seduce a tres cuartas partes de la población mexicana, es rentable para la Educación por cada Gol y no por Gógol (gran escritor Ruso del siglo XIX).
No dijo que el fútbol, para la izquierda, es el opio del pueblo.
No dijo que el fútbol, para la derecha, es la salida encubierta a las pulsiones de la homosexualidad y la violencia.
No dijo que el fútbol pasó de ser un deporte para convertirse en una disciplina militar
No dijo que el fútbol, antes natural, ahora es un paraíso de drogas sintéticas, como el césped.
No dijo que el fútbol, que consume jugadores y los desecha, es una fábrica de hacer dinero.
No dijo que el ausentismo -- como cualquier día que no se asista a laborar -- es sancionable; en el caso del profesor, descontándole el día (si junta tres partidos, es abandono de empleo y amerita el despido a África); en el caso del alumno, acumulando faltas y, posteriormente, el reporte (en casos extremos, la tarjeta roja, la expulsión).
Pero la Mexicomanía, que tiene justificantes para todo, dice: “Podrán ver los juegos, como una medida de evitar el ausentismo”, aunque los maestros y los alumnos se atraganten abrumadoramente de Marcas Comerciales, en horas que deberías servir precisamente para lo contrario: la desintoxicación Publicitaria, condicionante del consumo (en un país donde no se tiene para comprar, el deseo estimulado de poseer incita al robo, no sólo juvenil).

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