EL AÑO DE LA MUERTE DE JOSÉ SARAMAGO

EL QUIJOTE DE PORTUGAL

In Memoriam
1922-2010

Reseña visual sobre la figura de Saramago en El País.

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

A Rosa María Ortiz, Silverio Castro y Chino Burgoin,
para que nuestro pesado dolor sea más ligero al compartirlo.

"Hoy que José no está, a mí me falta todo, me han arrancado un trozo de vida, un amigo que nunca se ha rendido, que siempre se ha mantenido integro y de pie en el medio de la batalla".

Dario Fo.

José Saramago...

Tal como lo había previsto, hoy la prensa me ofrece noticias de tu muerte.
Y pienso en Pilar, en la belleza de Pilar y su inteligencia.
En esa joven mujer que se enamoró de ti, gracias al esplendor de los libros que habías escrito en Portugal y publicado en España, en especial de esa maravilla titulada “El Memorial del Convento”.
Una mañana, decidida, más que a buscarte, Pilar salió a encontrarte. Al terminar la última página de tu novela, había borrado lentamente con una lágrima en su dedo el punto y final, y con el pretexto de una entrevista, llegó a Lisboa para llevarte al altar.
-- Sí, acepto -- afirmó entonces emocionada “Bilmunda”.

-- Acepto, sí -- reafirmaste tú, Saramago, creador del mágico personaje femenino que cautivó a Pilar del Río, tu ahora esposa.

Pilar del Río descansando el alma en el hombre Saramago.

Eso sucedió hace 22 años y fue el día más feliz de nuestras vidas.
Todo esto pude leerlo en tus ojos, como leía la felicidad en tus escritos. Ella siempre tendrá los 35 del encuentro, cuando tu contabas ya con 63 y con la auténtica vocación de hombre sobre la tierra, el más honesto Premio de Literatura que ha otorgado el Nobel, el escritor que se atrevió a decirle No al capitalismo.
Ahora la prensa me trae noticias de tu muerte.
Todos las tardes, con su crepúsculo inevitable, viajando de regreso a la ciudad, he escuchado la música de Madredeus -- como si estuviera en la Ceremonia de Suecia -- y, ya en mis libreros, he repasado los diccionarios en Portugués, aquellos que solicité para traducir tus poemas, intentando sumergirme en la luz de tu esencia y donde encuentro una tarjetita dorada que en tinta verde se lee “Saramaga”, el nombre que desee ponerle a una de mis hijas.
Conozco, palabra a palabra, toda tu obra -- “Tierra de pecado”, “Manual de pintura y caligrafía”, “Alzado del suelo”, Casi un objeto”, “Memorial del Convento”, “El año de la muerte de Ricardo Reis”, “La balsa de piedra”, “Viaje a Portugal”, “Historia del cerco de Lisboa”, “El Evangelio según Jesucristo”, “Ensayo sobre la ceguera”, “Todos los nombres, “La Caverna”, “El equipaje del viajero (artículos)”, los “Cuadernos de Lanzarote I y II”, “El hombre duplicado”, “Ensayo de la lucidez”, “Las intermitencias de la muerte”, “El cuento de la isla desconocida”, “Poesía Completa”, “Las pequeñas memorias”, “El viaje del Elefante”, “El Cuaderno”, “Caín” -- y de lo aprendido no olvido nada.Cuando recibiste el máximo galardón de las letras universales, en noviembre de 1998, gracias a la fina sensibilidad de la licenciada Josefina Zavala, directora entonces del ICBC, pude ofrecer una conferencia en tu honor, ¡que terminó en fiesta popular, con su vino y con su canto! Sentido homenaje que te rendía en nombre de Ensenada.
Dicho entusiasmo había nacido cuando a mitad de los 90’s, coordinado un taller de Creación Literaria en una escuela primaria rural de Maneadero, los muchachitos y yo quisimos mandarte algunos trabajos -- tanto les hablaba de ti, “el más grande escritor vivo de todos los tiempos” y de los libros que me conseguía Vicente Calderón, experto en el género --, poemas y cuentitos que la Editorial Alfaguara recibió, no para publicarlos sino prometiendo ponerlos en tus manos…
La respuesta en tu carta ha sido un profundo estímulo, tanto así que dos miembros de ese tallercito mágico ejercen el periodismo con la dulzura literaria de una izquierda humanista.
Y, después de esta triste noticia: “Fallece a los 87 años José Saramago”, no quiero yo borrar con una lágrima el punto y final de tu existencia… Ya que palabra, intermitencia de tus libros, lo seguirás siendo toda la eternidad.