lunes, 28 de junio de 2010

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS II

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS II
Escribir ahora es una manera de recuperar
el paraíso perdido

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“De buena gana sería caritativo. Para ello incluso estaría dispuesto a ser rico”.
Elías Canetti.
Mi compromiso no es con la coherencia sino con la realidad…
Me provoca la vagancia y la clara virtud del silencio. Bellezas que me rodean y me excitan. Puedo sentarme y permanecer quieto para que pasen las nubes y se detengan los pájaros.
He vagado todos los caminos, sin la necesidad de andar buscando. Dijo Picasso en alguna ocasión: Nunca busqué. Siempre encontré. Con Rulfo bajo el brazo pregunto por Susana San Juan y me enamoro de una muchacha de niebla. Bien recuerdo que Julio Cortázar me presentó a su Maga... Y, si no nací feliz, es muy seguro que ella me haya hecho feliz.
De niño vivimos en la poesía y no necesitamos hacerla. En el paraíso de la infancia no necesité escribir poesía. Escribir ahora, es una manera de recuperar ese paraíso perdido. No se gana la vida con la poesía, se gana el alma...
Olvido lo que he recibido para poder dar. Y no me entretengo en lo que he ofrecido, para que el universo continúe anidando parte de su espíritu en mi ser. Me gusta callar y dejar que hable el silencio. La alondra que sueño en tus ojos claros, la flor fresca que me despierta con sus calma blanca, la mar y el fuego suave de la estrella que me espera. Desde mi altura puedo ver la centelleante hierba de los caminos, la luz del agua y el ardor del viento que estimula el sol.
Así voy por la vida reconociendo las maravillas que me rodean: la luz y el amor, la belleza y la verdad. No deseo provocar los milagros. Henrymillerianamente Jesús prefirió amar al prójimo y dejar de lado, como Buda, el sentido oculto que suscitan los milagros extraordinarios. Siempre descubrimos la verdad, no en lo extraordinario, sino en lo corriente. Tenemos la paz y el perdón, la humildad y la alegría... Para qué más milagros. Todo lo que necesitamos para entender esto es sinceridad y un poco de coraje.
Diablos, un hermoso arreglo floral es una Oración, la poesía mueve montañas y el verso adecuado puede resucitar una rosa o un pájaro! Jesús se distrajo y caminó sobre las aguas... Qué no podremos hacer nosotros a la luz de la sinceridad. Nuestro compromiso como escritores no es con la coherencia sino con la realidad. Y la realidad, como única verdad, nos contradice cuando nos mentimos para mentirles.

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