martes, 22 de junio de 2010

COLUMNISTAS INCÓMODOS

COLUMNISTAS INCÓMODOS
El que esté libre de publicidad contraria
que muestre su primera página

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Hay dos categorías de personas: los satisfechos de sí y los nunca contentos”.
Norberto Bobbio.
Pablo Alejo López Núnez, Presidente Municipal de Ensenada.
Los escritores de opinión analizan, descubren, muestran y, con ello, proponen, pero quienes están obligados a ofrecer las soluciones son los funcionarios públicos.
Y es muy importante que los Columnistas de El Vigía realicen su trabajo -- quiero decir, aquellos que no van “ajustados” al convenio de venta de publicidad por parte de la empresa y gobierno del Estado -- y así se desmonte, una vez más, la arenga cínica de Pablo Alejo López Núñez, Presidente Municipal de Ensenada, que a la letra dice: “La corrupción está en la mentes mezquinas que quieren ver suciedad en todos los actos que realiza el gobierno”.
Sorprende la disfuncionalidad administrativa, no sólo la del lenguaje.
A la ciudad se le maquilla con millones y millones de pesos en publicidad, gasto que se extrae del erario público -- cosecha de los Impuestos -- para mantener la farsa “del buen Ayuntamiento”, ese que “construye e impacta para el bien común”.
Licitaciones en controversia, puentes que se caen, irregularidades a ojos vista, dictámenes alterados o recompuestos, premiaciones comprometidas, puestos por compadrazgo, nepotismo, inutilidad de dependencias, cronistas que sólo saben del tiempo por los relojes del partido, obra pública a la que se le sabotea la eficiencia y, “administración de manos limpias ”, un emputecido y largo etcétera.
El ciudadano común tiene derecho a saber, por parte de aquellos Columnitas y Articulistas que se manejan con una objetivad irrenunciable -- veracidad que incomoda, pero sin la cual nos están negados los puertos de la realidad --, que la simulación de la “Aldea de los Pitúfos” se acompasa desde los Medios de Comunicación -- el que esté libre de publicidad contraria a sus principios, que muestre su primera página --, que no sólo sirven como escaparates del engaño, con misiones encubiertas y daños colaterales, o impúdicas plataformas de Contiendas Políticas.
Sin soluciones, en medio de la cultura de la tentación, seguida de su consumación, las arcas de los contribuyentes quedan vacías. Y, a la hora rendir cuentas, ni la palabra “transparencia” queda a salvo de la Sra. Galimatías y jerga de asociados.
Pero como sabemos, la Escuela de la Política se está pareciendo cada día más a la Escuela del crimen, donde sólo aprueban los réprobos y califica lo incalificable.

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