miércoles, 19 de mayo de 2010

UN CIUDADANO COMÚN

UN CIUDADANO COMÚN
El “Izquierdismo” no es una enfermedad

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“En la historia, como en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida”.
Carlos Marx.
Un ciudadano común, como usted o como yo, que albergue en su espíritu algo de nobleza, sentido de justicia y deseos de que la situación cambie -- la palabra “crisis” significa cambio --, debería de apremiar a su existencia, o lo que le quede de ella, persuadiendo -- y, si es necesario, obligando -- a que la sociedad también sea noble y justa...
En un ya largo intento de estafa, quienes manipulan el Poder -- desde el púlpito de lo político -- han querido hacer creer a la gente descontenta que el “Izquierdismo” es una enfermedad infantil, un desviacionismo humano, que se cura con el devenir de los años, es decir con el crecimiento y la madurez, cuando no con el desprecio, los macanazos y la cárcel.
Nada más irreal, falso, altanero y alterado.
Para darnos clara cuenta de ello, sólo hay que observar la histeria armonizada en la que caen los Medios de Comunicación cuando hay que apalear “ideológicamente” a alguien que no se encuentra en el mapa colonizado por el “Sueño Americano”, modelito clásico del Capitalismo, con su ciudadanía adiestrada para el consumo, la locura y la pedofília.
Sería reiterante nombrar los casos de Cuba, Venezuela o China, etc., que no engalanan con los señuelos de la alienación inducida dicha geografía macabra (viene al caso el adjetivo, dada mi nueva condición de “purista”).
Me ocupaba de lo anterior, porque resulta muy fácil -- a través del aparato de Estado e instituciones filiales, como lo es la escuela y la iglesia -- nublar los privilegios humanos y trastocar los garantías civiles, condenando al otro de permanecer en una especie de anacronismo “rojo”, “izquierdista”, “comunista”, “extremista” o “terrorista”, todo esto después de la caída del Muro de Berlín o actualizada tras la caída de las Torres Gemelas.
¿Qué ideal justifica la violencia presente? ¿Quién valida las opciones de actual régimen para que éste preserve el caos social y económico que, a cada tambaleante paso que da, no parece encontrar salida alguna?
El hambre, procurada por la gula y el egoísmo del hombre, es parte de una violencia estudiada.
La falta de oportunidad para el trabajo y la prosperidad, también. Temas que sólo toca de frente el pensamiento de “Izquierda”.

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