miércoles, 5 de mayo de 2010

SÓLO S.E.P. QUE NO SÉ NADA

SÓLO SEP QUE NO SÉ NADA
¿Qué daño puede causar un obligado descansito?

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Lo superior no puede emanar de lo inferior, porque lo más no puede salir de lo menos”.
René Guénon.
No se enganchen, ni se engañen.
La ausencia de profesores en el aula no afecta a la Educación. ¿Qué daño puede causar un descansito planeado, concertado, pagado? Por el contrario, ofrece un respiro fraternal: enseña al Padre de Familia que la “Guardería” también cierra, que la Escuela clausura las puertas de sus jaulas.
La ecuación de los números y la lírica de los abecedarios también requieren de sus pausas cósmica. Esto los sabe bien el Sindicato, lo apremia la Secretaría de Educación y así se logra un “mutuo acuerdo” que beneficia a los alumnos, a las educadoras (en el naufragio escolar, los niños y las mujeres por delante)y, por consiguiente, al profesorado en general.
Los maestros se deben a un linaje de muchos atrofias y sobrados abusos. Igual que los Diputados en el Congreso o los Burócratas enquistados en la nómina, los Docentes de México realizan acomodos extravagantes -- más excéntricos que las “columnas” que sostienen los puentes de Ensenada -- y se hacen beneficiarios de descansos “obligatorios”, los cuales se firman, en tiempo y forma, en los escritorios de Gobierno.
El tópico de la perdida de clases, que vulgarmente se traduce en “tiempo irrecuperable”, es un reverendo insulto al ocio, el más creativo de los placeres humanos. Si en estos días los maestros beben cerveza como su fuera agua sacramental, es sólo para apaciguar el ácido existencial que dejan esta horda de aprendices, poliformes y crueles, en el alma de los enseñantes (hay que recordar que la palabra ácido es sinónimo de fuego, y donde hay fuego hay “humo”).
Hablar de Educación en México es hablar de Fe -- de una “fe” lujuriosa, que nada entiende del proceso “enseñanza / aprendizaje” -- y no de un despliegue, “oportuno, capaz y expedito”, que podría aportar la SEP (Secretaría de Educación Pública) y el SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), en materia de calendarización decente y hospedaje de conocimientos y sabidurías.
En estos nueve días de asueto -- ya que desde el miércoles 28 de abril no hay actividad en el salones de clases: por el Taller General de Actualización (TGA), porque el “Gober” quería tomarse la foto con los alumnos y, claro está, el viernes fue la “Fiesta del Día del Niño”.
Este tipo de incoherencias, que rayan en el absurdo, es una buena manera de “padrotear” a los Maestros, próximos a celebrar su día (pero antes hay que suspender para “papachar” a las Madres).
Reflexionar la Educación en México es una tarea amarga, como atender la estupidez de las autoridades, no carentes de faltas a la docencia.
Si no les gusta que los profesores descansen, podrían recomendarle al Presidente Calderón que meta a los Militares a las aulas (pero sin “cargarse” a los alumnos).
Pero no se enganchen, ni se engañen.
Mientras ustedes ensayan la muerte en el trabajo, los profesores ya disfrutamos la vida en la inactividad obligada y, además, pagada.

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