EL BICENTENARIO

EL BICENTENARIO
No son sólo palabritas…

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“No entré a la Revolución para hacerme hacendado”.
Emiliano Zapata.

Hoy es domingo y lo único libre que hay detrás de la ventana, bajo este cielo hermoso, son los pájaros que se siguen cagando en las estatuas.
Este año tendremos el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, que recordarán al pueblo que, a pesar de la incorregible crisis económica, el país tiene “historia” y, además, dinero de sobra para celebrarla.
No cabe duda, estamos Jodidos porque nos están jodiendo.
La federación gasta en la fatua “conmemoración” la obscena cantidad de mil 576 millones de pesos del erario público -- ¡por Marx, no me diga el PAN que es inversión extranjera! --, más la aportación directa de los estados.
Iniciamos el 2010, en un México consternado por el desfiguro político-militar, diezmado por la pobreza aguda y con la canasta básica disparada hasta las altas nubes.
Y me pregunto, ¿qué encubre este festejo?
¿No será que el empuje de la lucha contra el Narcotráfico, con los militares pertrechados en cada esquina, “inteligentemente” contempla la sofocación de cualquier intento de revuelta social?
Y no son palabritas que se dicen nada más.
Como bien se sabe, grupos guerrilleros que han estado en boga desde hace décadas pueden rebrotar -- ofrecieron ya señales en otros momentos del calendario, ¿por qué no ahora en las cabalística fecha que rememora los estallidos de 1810 y 1910 -- con graves actos de insurrección y terminar de desestabilizar el país.
Ya acostumbrados como estamos, a las crudas balaceras en las calles y a las patrullas del ejercito movilizándose estrepitosamente por todos lados, el día menos pensado de este 2010 despertemos con la sorpresa de que México ha cambiado… Y, a través de una reinaugurada Revolución, nos beneficiemos -- los unos a los otros o los unos sobre los otros, si así lo desean -- en una verdadera Independencia.