Eva exponiendo en oferta sus manzanas
Rael Salvador
rael_art@hotmail.com
“Les traigo el saludo solidario de los metafísicos”.
J. C. Mestre.
Hay que despenalizar la ropa de los precios y penalizar los abusos del vestir, aunque sea invierno.
Hay que desdudarnos y desnudarnos, más allá de las preguntas y de las corbatas.
Hay que ir pensando en no pensar, ser evolucionistas.
Hay que perpetuar la especie con los actos, no con los simulacros.
Hay que liberar el camino al placer, desobedeciendo los hábitos morales de existir.
Hay que patrocinar las caricias, subsidiándonos la emoción de sentir, haciendo una venta de “garage” de todas nuestras culpas.
Hay que condenar el anticuerpo y enfermarnos gozosamente de las ubres de la vida.
Hay que desencarcelar el sexo puro, pasteurizarlo y homogenizarlo: la lencería desencadenando la lechería.
Hay abrir la boca no sólo para hablar, sino también para callar.
Hay que ir a las zonas oscuras, desabotonándonos el camino con la luz, aunque sea divina.
Hay que mojarnos bajo la lluvia y también desde la tormenta más íntima.
Hay que dejar que el aire nos despeine, ya la falda en las manos del viento.
Hay que saborear el dulce martirio de soñar, con los ojos cerrados, con las piernas alertas, con las puertas abiertas.
Hay que dormir despiertos, caminar parados, irnos al venirnos, estar adentro estando afuera…
Hay que vender el encanto de ser pagado, poner en oferta perpetua la sonrisa.
Hay que tener siempre la edad de la lujuria, la jauría de la piel dándonos comezón en las uñas.
Hay que dejar que inicie jugosa la locura y de nuevo morder -- sin pericia -- las manzanas del Edén.
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