domingo, 7 de febrero de 2010

EL SÉPTIMO HOMBRE

EL SÉPTIMO HOMBRE
Donde los muchachos bailábamos desnudos
bajo el arco iris de fuego

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“¿La melancolía? Un ser enterrado
vivo en la agonía de una rosa”.
E. M. Cioran. "Baño del caballo", de Sorolla.
Oponerse a ciertos eventos desencadena consecuencias que llevan directo a la catástrofe.
El despliegue de la existencia o, si se prefiere, el orden natural de las cosas no puede ni debe ser alterado por el miedo que justifican las tinieblas de la razón o el oscurantismo de la desconfianza.
Cada vez que nos oponemos al devenir, quebrantamos los designios “superiores” y se suscitan las desgracias.
¿El orden Divino? ¿La esencia paranormal? ¿La pléyade extraterrestre? No lo sé... Quizá sólo algunas coordenadas de concatenación y sustento emocional...
-- A mí me parece que lo verdaderamente temible en esta vida no es el pánico en sí mismo -- agrega Haruki Murakami, recordando al Séptimo Hombre:
“El miedo existe. Eso es indudable. Se nos muestra bajo distintas formas y, a veces, domina nuestras vidas. Pero la más temible de todas es dar la espalda a ese miedo y cerrar los ojos. Actuando de esa manera acabamos cediéndole a algo lo más valioso que hay en nuestro exterior...”
Tú, como yo, tal vez perdiste lo que más amabas.
La dulzura de algo, la ternura de aquello, la gracia de la mocedad, la humedad del pecado, la vida que vivías, la noble caricia del sentimiento, la sorpresa de recordar...
Decimos, no sin cierta recurrencia mística, que nosotros elegimos el linaje donde queremos pasar nuestros días y nuestras noches en esta tierra.
Pero, en realidad, uno no sabe de niño qué hace ahí, con esos “parientes” -- consanguíneos pero poco afines -- que, si todo marcha bien, lo alimentan, lo atormentan -- con la religión, la ideología y la educación -- y le obligan a tomar juramento del “aura” humana…
“Aura” humana: No-lugar, donde de muchachos bailábamos desnudos bajo el arco iris de fuego.
Reverberan en mí las últimas palabras del Séptimo Hombre: “Un largo y precioso tiempo que jamás nos será devuelto”.

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