FANTASÍA POLÍTICA

FANTASÍA POLÍTICA
El enano más grande del mundo

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Es imposible conocer la desdicha sin haber pasado por ella”.
Simone Weil.
¿Qué hace Felipe Calderón en Mexicali? ¿A qué diablos vino? ¿A tomarse la foto con algún niño herido?

Si su presencia se debe al temblor del pasado domingo, sería bueno que tomara en consideración -- si no lo sabe, que alguien le comunique -- que existen en el país contingencias más graves y penosas que atender:

a)- El terremoto de la canasta básica.
b)- El sismo que no cesa en el alza de la gasolina.
c)- El temblor en que nos tiene la violencia sicaria (criminal) que promueve su mandato.
Trabajamos lo doble para ganar lo justo, cuando hay trabajo y existe la justicia… Ahí que “la capacidad para hablar exactamente esté íntimamente relacionada con la capacidad de saber exactamente”.
Al Estado no le fue mal, las consecuencias son mínimas. No pasan de un desacostumbrado susto, la fisura de lo viejo y la caída de mampostería ajena a reglamentación alguna, donde incluyo al Estacionamiento de la dependencia de gobierno.
Más puentes y esperanzas se llevó el agua y la corrupción meses atrás.
En Baja California existe un aparato Estatal, no ajeno a fondos federales -- que no es otra cosa que la obligada contribución del Impuesto que pagamos para todo --, que resguarda la integridad ciudadana en caso de desastre, y que provee de ayuda específica e inmediata para subyugar o atender de forma expedita el caos o la situación.
¿Qué hace turistiando en la salvedad de la tragedia? ¿Pagando la caprichosa hospitalidad de lujo de su comitiva e invitados? ¿Llevando al proselitismo el exagerado dolor humano que con servilismo entinta la prensa?
Estamos viviendo más entre las penas que entre las ruinas.
A lo largo de su mandato, en tiempo, forma y excepción, no se han atendido las urgencias en materia de control de precios, insumos de primer orden, calidad de vida -- por no hacerles la lista larga, que esa la llevo al Mercado y sólo me alcance para menos de la mitad --, que es lo que deben de “celebrar” las Repúblicas que, si “bien” se instalan en los paraísos especulativos del Capitalismo rapaz, garantizan los pormenores activos de la Democracia.
“Creo que la experiencia de todos los hombres honestos -- bien dice Wendell Berry -- se levanta contra la fantasía política de que los grandes y profundos problemas humanos los puede resolver satisfactoriamente una legislación”.