viernes, 23 de abril de 2010

A CARLITOS

A CARLITOS
In memoriam

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Siento más tu muerte que mi vida”.
Miguel Hernández. Es la muerte un río que discurre nuestras vidas hacia un mar desconocido.
Lo escribo, con dificultad lo escribo. Lo sé: me tiembla el alma y apenas puedo contener las lágrimas en el límite de lo posible.
La explicación metafórica no me ayuda, no me auxilia, no me salva…
No me arranca el moho metafísico que deja en su tiempo detenido la oscuridad de la angustia.
“…la muerte un río que discurre nuestras vidas hacia un mar desconocido”.
Poca cosa.
Ya jamás podré decirlo sin sentir ahogo, sin enturbiarme en su fondo, enredado en ideas sobre lo que es la existencia y lo que ya no pertenece a ella.
Te quería. Te queríamos. Te seguiremos queriendo.
Cómplices en la poesía, de esa dama que nos sensibilizó la piel del alma con el filo de la luna. Cómplices del verso, sé que el amor fue en la tierra este océano donde ahora es tan grande tu liberación.
Qué maravilla, Carlitos.
Que maravilla saber que ya no puedo hacer nada, sino imaginar con la tinta el canto de una melodía donde navegas alegre entre la extensa luz de flores en espiral.
Corolas palpitantes, como ángeles de colores tomados de las manos, saltando sobre el destino… Y las hojas como joyas, con la sorpresa de que ya no existen resplandores violentos ni ocasos que desfloran sus pétalos antes de abrirse.
Y las gotas de fresa, que son igual al dulce licor de la saliva en los labios de la amante… eterna, radiante como el oro de tenderse bajo los árboles de las super-novas en la hora violeta de todas las eternidades.
Eso pasa, Carlitos… Tomarás de la sólida caja de niebla los transparentes racimos de lluvia que nos soltarás de las nubes al final del próximo verano.
Entonces, en medio del eco del aroma fresco de lo que fueron tus días en esta vida, estaré con los ojos puestos al cielo… para dejar correr la primera gota sobre mi mejilla.
Y que nadie diga que la muerte es sólo un río que discurre nuestras vidas hacia un mar desconocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario