domingo, 14 de marzo de 2010

ANDROGINIA

ANDROGINIA
¿Por qué paseamos por la playa?

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Centrándose siempre en la acción, a fin de no tener que afrontar aquello que es inexplicable”.
Rob Riemen.Andros, hombre; Ginos, mujer.
Nacido de la realidad, Androginia es un mito que, como Ulises, partió a la mar una noche de luna griega.
Fulgor de horizonte, luz visitante.
El silencio no es un destino de tiempo que se pierda en la navegación.
Pasados los siglos, se ha convertido en incesantes olas mellizas, en alas de espuma que se desmayan de amor nupcial en las arenas del planeta.
Comprende el poeta que no todo anida un nombre, que es necesario el vuelo del filósofo para rendir una explicación.
Sobre el amor, la sexualidad, la magia, el hermetismo, la mística, la alquimia…
Cuenta Platón, que en el principio eran tres los sexos: lo masculino, lo femenino, y lo que resultaba de la mezcla de los dos primeros.
Deliberando en el Olimpo, a Zeus se le ocurrió algo parecido a una idea:
-- Me parece que tengo una estratagema, para que continúe habiendo hombres y dejen éstos la arrogancia, la insolencia…
“Voy a cortarlos en dos a cada uno -- insistió --, y así serán al mismo tiempo más débiles y se buscarán y se amarán con más fuerza”.
Ahora, cuando los amantes caminan por la playa, las dos partes se abrazan, la una muy juntito a la otra, anhelando ser una sola ola por naturaleza.
Es la mar, el mar, el líquido andrógino, de alma gemela, que nos refleja y nos reencuentra…

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