jueves, 15 de julio de 2010

UN GRITO ES UN CANTO LARGO

Los libros me cuelgan de la magia y el poema no llega

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

"Y se descubrió niño, deseando no un perro como todos los niños, sino un delfín como único acompañante de su soledad y de su locura recien descubierta".
Rafel pérez Estrada.

“Hay, entonces, una belleza natural de las figuras”.
Conde de Shaftesbury.
Me he quedado huérfano, como un dolor sin urgencia y ahora vivo adentro de una gabardina negra.
Estoy parado en el umbral de una puerta. Los libros me cuelgan de la magia y el poema no llega.
Afuera los niños juegan con un gato cojo y siembran sus sueños en los colores del aire.
Martes o miércoles, jueves o verano no lo sé y guirnaldas en fiesta.
El gritos es un canto largo y cada aullido una melodía que desliza estrellas en los viñedos.
Mis manos en los bolsillos, contando las sonrisas de los años. Los transparentes astros de tus lágrimas y el hobillo de luz para coser la tarde.
Y a lo lejos, aún los abrazos de despedida que daré a los árboles.
Las nubes bajan a la tierra el alma de tus ojos castaños.
Pesa el fuego de las alas en la espalda.
Y el humo te espanta.
Me he quedado huérfano de la amistad de las cosas.
Y la soledad teje en cada piedra el insomnio de recordarte.
Ya es tarde. Siempre será tarde.
Y no hay regreso, la pausa en la literatura es el contrabando de la música que no descansa.
Escucho a Beethoven.
Con sus cobijas de fuego… alegre.
Sobándole el sexo a una manzana.
La música es así, la filosofía es así, mi vida es así… ¿Por qué la poesía se niega a ser lo que es?
Estos versos son un murmullo en la lógica del hielo, como una nube de nieve al trazo de un diamante.
Pronto vendrá el placer de la poesía y, del horror de existir, quedará explicado lo insondable.

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