¡SE VAN!

La injuria del cinismo “Panista” se ha desmontado

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Esto es sin duda prudente; que cada uno se ponga a barrer primero delante de su propio umbral”.
Václav Havel.
¡Se van! Sí, ¡se van! La injuria del cinismo “Panista” se ha desmontado y un aire nuevo empieza a oxigenar ya a Baja California, ahorcada en sus últimas décadas por la incapacidad de políticas excluyentes -- antipluralismo blanquiazul que golpeó no sólo al ciudadano de a pie --, y que al consecuentar la corrupción de sus funcionarios perdió el compromiso con el bienestar de los más necesitados -- que, a estas alturas de la devastación, incluye la clase media y otros muchos, otrora pudientes, venidos a menos --, que ahora le niegan el voto y la confianza, arrebatándole la permanencia.
Y, en verdad, no encuentro otra manera de celebrar mi entrega número 200 a El Vigía, en lo que va de este año, comentando los aspectos fundamentales que le obsequiaron una grandilocuente derrota electoral al Partido Acción Nacional (PAN), derrota que ahora permite al Partido Revolucionario Institucional (PRI) retornar a la cabeza, ya que después de estos resultados electorales favorables, dentro de unos meses se hará cargo de los designios municipales que conforman el Estado.
Enumero -- en brevedad, porque la lista es larga -- los males de una política fallida, que lastimosamente fue abanderada por el Acción Nacional:
Olvidarse de que la Política puede ser digna.
Permitir que el órgano de vigilancia Educativa, entiéndase SEE (Sistema Educativo Estatal), pertrechara la inamovilidad, el nepotismo y la corrupción, desmantelando las esperanzas de una ciudadanía que apostaba por la Educación de Calidad y no el rendimiento administrativo de ENLACE (Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares) y otras burradas mecanizadas, que sólo aportan “recompensas económicas” que nunca llegan a las aulas.
No garantizar la libertad ideológica y de pensamiento, un orden protegido de ley, pero llevado como una práctica discriminatoria por las dependencias gubernamentales del municipio -- deporte, educación, cultura, etcétera --, al mando diferido por más de veinte años, desde el sandieguino Ernesto Ruffo Appel, hasta Osuna Millán, pasando González Alcocer (sustituto del infartado Héctor Terán) y Elorduy Walter.
Acentuar las ofensas a la Constitución, haciendo de la laicidad letra muerta, para instalar el culto religioso del PAN -- basado en la delación y la mentira -- como ideología institucional, en las escuelas y las dependencias públicas.
Amen de las persecuciones de violencia psicológica -- cuando no fue física -- en los hogares y en los comercios, a través de voceros y requerimientos intimidatorios, para saldar los adeudos y tributaciones al erario -- en situación de crisis económica --, mientras los funcionarios de “alto” y bajo nivel se divertían cínicamente en el bar cercano o en una playa lejana, abandonando el mandato popular al que se debían, etcétera, etcétera.
¡Uuuuuf! Lo dejo. Este listado apesta.