sábado, 24 de julio de 2010

MI ALBERT CAMUS

La vigencia tenaz hacia lo indigno

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“Vivo en la noche y me esfuerzo por ver claro”.
Dr. Rieux, en La Peste.Albert Camus murió el 4 de enero de 1960, entre los hierros retorcidos de un lamentable accidente automovilístico, tres años después de haber sido el premio Nobel de Literatura (1957) más joven de la historia.
Está de más decir que pocas veces se ha entregado un Nobel más merecido.
Albert Camus no manejaba, lo hacía su editor y amigo Michel Gallimard, quien también falleció días más tarde. Como a mí, a Camus no le excitaban los autos. Incluso, como para respaldar sus tesis del absurdo, el autor de El Hombre Rebelde declaró pública y reiteradamente antes de encaminarse hacia su muerte: “No hay nada más absurdo que morir en un accidente de automóvil”.
Me explico: Después de la corta temporada de Navidad en Lourmarin, se reúne con sus amigos Michel Gallimard, su esposa Janine y su hija Anne, que van a irse a París en el automóvil del primero; Camus, que ya tenía comprado el boleto de tren para irse a París, decide unírseles.
El poeta Rene Char también es invitado cuando igualmente tenía el boleto de tren. Rechaza la invitación para que no vaya demasiada gente en el automóvil.
¿Prueba ésta de que el destino es absurdo?
La cuestión es que poco antes de llegar a París, por la Nacional 5, el automóvil -- un poderoso Facel-Vega -- sale de la carretera. Camus muere instantáneamente (son las 13:55), Michel Gallimard, cinco días después en un hospital; las dos mujeres, madre e hija, resultan ilesas; el perro que van con ellos desaparece. Albert Camus tenía entonces 47 años y una obra inconclusa.
Se encontró en su maletín de viaje el manuscrito de El Primer Hombre que, como novela póstuma, fue dada a conocer en 1994, bajo el sello editorial de Gallimard y los arreglos pertinentes de Catherine Camus, hija del autor de El Mito de Sísifo.
En Argel, el día 4 (creo que hay medio día de diferencia), un periodista telefoneó al doctor Séror, que avisó a Lucien Camus --hermano de Albert --. Este no tuvo el valor de decírselo a su madre, que ya tenía setenta y siete años. Encargó esa misión a sus hijas, las sobrinas de Camus, Paule y Luciente, que fueron a la Rue de Lyon…
Catherine Héléne Camus ni siquiera pudo llorar.
-- Es demasiado joven -- dijo.

1 comentario:

  1. Muy bien, Camus pasa a ser uno de mis favoritos, saludos. Rosy.

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