miércoles, 4 de agosto de 2010

EL SOLDADO MANNING

El control militar sobre crímenes documentados

Rael Salvador
rael_art@hotmail.com

“La idea de que nos vamos a gastar un trillón de dólares en la reconstrucción de la cultura islámica es un total sinsentido”.
Coronel Douglas Macgregor. La imagen (sacada del video inédito filmado desde un helicóptero Apache de EE.UU.) muestra a los periodista de Reuters Namir Noor-Eldeen, el conductor Saeed Chmagh, y varios otros mientras el Apache dispara y los mata en una plaza pública al este de Bagdad.

L
a guerra contra el “Terrorismo” ha desatado un auténtico terror.
Esto no quiere decir que las conflagraciones anteriores carezcan de estos atributos infernales, pero desde hace tiempo para acá entramos en una era donde vergonzosamente la honorabilidad ha sido desplazada por el cinismo.
Sólo mencionaré tres nombres denigrados para ubicarnos en la vanguardia sobre el tema: de Nixon a Bush, pasando por Kissinger. Cabezas visibles de las inútiles pesadillas que acarrean las guerras.
Un mundo de mentiras, abusos, torturas, crímenes, ejecuciones civiles, armamento prohibido, muertos inocentes -- niños de Medio Oriente, principalmente -- y, detrás de todo esto, los mandos militares de los Estados Unidos.
El sonado caso del Soldado Manning, quien en un acto de honor a la verdad revela la porquería oculta del Pentágono en 260 mil documentos clasificados sobre la guerra de Afganistán e Irak, poniendo en entredicho, una vez más, las ocupaciones “de guerra” -- yo diría invasiones, que es algo muy diferente -- que mantiene el icono de la Democracia en otras naciones.
Al Soldado Bradley Manning, de apenas 22 años de edad, se le acusa de haber robado documentos secretos, donde se revelan las carnicerías y abusos llevados a cabo diariamente por los batallones contra la población, entre ellos vídeos específicos que muestran matanzas de civiles y periodistas en Irak y Afganistán (los cuales pueden verificarse en la página de Internet: http://wikileaks.org/ ), y será juzgado por traición a la Patria.
Desde que supe del asunto, me viene a la memoria el affaire Camus vs. Sartre, donde el autor de El Ser y la Nada intenta silenciar la revelación de los Centros de Concentración de la Unión Soviética, desechando los postulados éticos de un intelectual interesado plenamente por la verdad y el humanismo.
Orgulloso entonces de la postura de Albert Camus, ahora la actualizo con las revelaciones del Soldado Manning, precisamente porque mucha de la información que digerimos -- trátese del Parte de Guerra o de la “noticiosa y comercial” -- nunca la encuentro apegada al paradigma de la verdad, ni siquiera a la verosimilitud, mucho menos a la honorabilidad del hombre, digo -- lejos de su estafa moral -- del hombre de a de veras.

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